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image1Como decía en la entrada previa, Dragon Dreaming es una metodología muy abierta que se ha formado integrando distintas herramientas previas. A la vez que se perfecciona constantemente con los proyectos que realiza, pues tiene la suficiente sabiduría como para valorar cualquier aprendizaje y la necesaria flexibilidad como para incorporarlo a su sistema sin trastocar lo esencial.

Como ya dije, John Croft desarrolló DD en el entorno de GAIA Foundation y en cooperación con la Universidad de Western Australia y el Banco Mundial. Eso le proporcionó desde el principio una interesante combinación de elementos provenientes de las organizaciones empresariales tradicionales, el mundo académico y el activismo medioambiental. Si a eso le unimos, además, la  cultura ancestral de los aborígenes australianos, obtenemos un híbrido enriquecido con conocimientos y experiencias muy diversos. La dificultad fundamental quizá esté en identificar lo mejor de cada una de esas fuentes y saber compatibilizarlas de la manera adecuada. A mi juicio, ahí está uno de los mayores méritos de Croft.

En concreto, Dragon Dreaming se inspira en la gestión de proyectos, la teoría de los sistemas vivos, la ecología profunda, la nueva física, las geociencias, la teoría del caos, mindfulness, la Teoría U, la permacultura y los mapas mentales, entre otros. Todo ello con el fin de generar proyectos exitosos en los que se expanda la creatividad, tanto en el ámbito personal como comunitario. Para lograrlo, trabaja sobre la definición de objetivos (sueños) claros; la comunicación positiva y empática; la motivación dentro del equipo; la planificación efectiva y a la vez divertida; la reflexión y la celebración de avances y aprendizajes.

La eficacia de esta metodología se ha probado en más de 600 proyectos sólo en Australia, a lo largo de casi 30 años. Con el tiempo, se ha extendido por países como Alemania, USA, Austria, Suiza, Canadá, Yugoslavia, Brasil, Nueva Zelanda, Nueva Guinea, Italia, Dinamarca, Finlandia, Turquía, Egipto, Rusia, Uruguay, Chile o Argentina. El interés por DD crece día a día en todos los rincones del planeta.

A España llegó no hace mucho pero ya ha dado sus frutos en proyectos de todo tipo, con su forma de hacer novedosa y divertida, apoyándose en la inteligencia colectiva, con un fuerte compromiso con resultados sustentables, que aseguren el crecimiento personal y colectivo. Pues su finalidad apunta a gestionar proyectos y construir organizaciones que contribuyan al necesario cambio de paradigma en el desarrollo económico, social y medioambiental armónico.

Una vez establecido el marco, en la siguiente entrada abordaré cuáles son los principios de Dragon Dreaming y cómo organiza los equipos y proyectos.

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