Etiquetas

, , ,

IMG_0712En cierta manera, la tensión actual es un remedo de los orígenes, en los que las propuestas de la Escuela de las Relaciones Humanas corregían radicalmente los planteamientos de la Administración Científica. Lo cierto es que si las corporaciones actuales tienen que gestionar de forma más efectiva las contradicciones entre el corto y el largo plazo, la iniciativa individual frente a la respuesta coordinada, la eficiencia en costes frente a la innovación y la integración global frente a la adaptación local, resulta imprescindible superar los enfoques basados únicamente en las aproximaciones mecanicistas de la Administración Científica y la maximización del valor para los accionistas, e incorporar en los modelos al uso un conjunto más rico de las relaciones humanas, los sistemas socio-técnicos y los nuevos enfoques basados en el concepto de stakeholder.

En resumen, el management en el comienzo de la segunda década del siglo XXI se nos presenta nuevamente como un mosaico de enfoques y técnicas de gestión cada vez más especializadas y complejas, muchas de ellas importadas -con adaptaciones- de otros campos del saber con mayor tradición, cómo las matemáticas, la economía, la sociología, la filosofía, la psicología e, incluso, la neurociencia y la biología, y que conviven con esa otra visión más romántica e integradora del management defendida por Ghoshal y otros autores contemporáneos. A buen seguro que los seis ciegos del Indostán de los que hablábamos en el post que daba inicio a esta revisión sobre la evolución del management, a pesar de todo el tiempo transcurrido, continúan perplejos. No queda más remedio que seguir palpando en busca de la verdad sobre la naturaleza del elefante.

Anuncio publicitario