Todos sabemos que estamos dentro de una crisis mundial con efectos locales. Incluso Zapatero se ha dado por enterado. No hace falta insistir en ello. Contamos con muchos y muy finos análisis de especialistas en Macroeconomía, así como con explicaciones más inteligibles para el profano, entre las que destaca la «Crisis Ninja» de mi amigo Leopoldo Abadía.
Bien, todos enterados, es hora de centrarse en hallar soluciones y dejar de regodearse en el problema buscando signos de recesión en cada indicador que aparece publicado. Algunos hablan de convertir la crisis en oportunidad. Eso sería una maravilla, pero, como casi todas las maravillas, parece más fácil de enunciar que de realizar. Si no en una oportunidad, sí al menos en un aprendizaje y una experiencia de la que salgamos reforzados. Pero implica ser imaginativos en la búsqueda de soluciones y valientes en su puesta en práctica.
El anuncio de Wells Fargo de beneficios en el primer trimestre de 09 por encima de lo esperado, ha tenido un efecto también muy superior al esperable. Y es que estamos ávidos de buenas noticias en el terreno económico. Al parecer, la compañía adelantó la publicación de un beneficio récord de unos 3.000 millones de dólares de enero a marzo, que dan la vuelta a las pérdidas de 2.700 millones en el último trimestre de 2008. Una buena noticia, que ha generado un «subidón» de las bolsas de todo el mundo. Pronto veremos -esta quincena se publicarán los resultados de otras entidades financieras- si es la excepción o el comienzo de la recuperación, como algunos están interesados en proclamar.